martes, 17 de marzo de 2009

Nuestro río Huebra

Huebra como medida de Superficie deriva del latín "opera" que en castellano dio "obra" y en el dialecto astur-leonés la "o" inicial diptonga en "hue".
Huebra equivale a la superficie que ara una yunta de bueyes en un día (la obra de un día)

Parece que hasta finales del siglo XIX no se supo dónde nacía el río Huebra, a pesar de que, ya desde la Edad Media, daba nombre a una comarca, La Valdobla, conocida actualmente como La Huebra.

Decía Pascual Madoz a mediados del siglo XIX que “todo el terreno por donde corre este río es sumamente montuoso, por lo que sus aguas apenas se aprovechan en el riego de las tierras colindantes”.

Moreno Blanco escribía: “Entre el Huebra y el Yeltes , la mesopotamia es amesetada con prados, monte bajo y encinares ralos; pero al iniciar la bajada hacia el sur, el monte se hace más tupido; las rocas, las encinas y el monte bajo se entremezclan; es la braña”.

El río Huebra nace junto a Pico Cervero, en la sierra de las Quilamas (Salamanca) y desemboca en el río Duero.
La Sierra de las Quilamas se encuentra a caballo entre las vastas dehesas del Campo Charro y el corazón de la Sierra de Francia.
El Pico Cervero, está a 1.462 metros de altitud, elevado 550 metros sobre la llanura charra, pero 850 metros sobre la vertiente sur, el valle de Las Quilamas.

El pequeño caudal del río Huebra en sus inicios atraviesa el término de Escurial, donde es conocido como el río Grande, para diferenciarlo del Chico, uno de sus primeros afluentes.

Sigue por la comarca de La Huebra, que concluye en San Muñoz para entrar en el Campo Charro.
A partir del Cubo de Don Sancho, la corriente pierde su mansedumbre: forma acusados meandros, como los de Ituerino, y empieza a encajonarse progresivamente, mientras busca la unión con las aguas del Yeltes.

"Entretanto, Pozos de Hinojo y Escuernavacas nos proporcionan una estampa magnífica, si es invierno, con las nieblas propias del Campo Charro"

El puente Unojo, en el camino (hoy carretera) de “Tramborríos”, que va de Yecla a Villavieja de Yeltes, fue construido a finales del siglo XVIII, pero hubo de ser reconstruido un siglo después.
Tras el puente, las aguas se dirigen al bello paraje conocido como Cachón, caracterizado por sus desnudos peñascos y por los elevados murallones que forman sus orillas.
Próximos a sus orillas se alzan los castros vetones, poblados defensivos de origen prerromano: como el de Yecla, el de Saldeana, o el castro de Bermellar.
Tras la unión con el Yeltes nos encontramos con el “puente de siete ojos”, que históricamente fue conocido siempre como puente de Yecla, aunque hoy se le denomina también de Bogajo o de Zancado, por otros lugares próximos. Fue construido entre los años 1540 y 1547 por los canteros Juan Negrete y Martín de Sarasola .

Antes de su unión con el Duero, pasa por el puente de la Molinera, construido a finales del siglo XIX.



Para saber más: El Río Huebra:campero y arribeño por José Díaz Elcuaz

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