miércoles, 2 de febrero de 2011

Bodas en el pueblo

Para terminar con la sesión de celebraciones religiosas, después de bautizos, comuniones y confirmaciones nos toca explicar cómo se celebraban antes las bodas en el pueblo.

Un mes antes de la boda se hacía la pedida de mano de la novia. Iban los padres del novio a casa de la novia y se acordaba todo acerca de la boda: fecha, invitados, comida...

Los tres domingos anteriores a la boda se hacían los pregones (anunciar a la pareja) estando la pareja presente en la misa.
El último domingo de los pregones se hacía un convite (la enhorabuena), el novio invitaba a los mozos y la novia a las mozas, por la noche se hacía baile para todos.

Tres días antes de la boda se mataban los carneros que luego se comerían en la boda.
Los pastores paseaban los carneros por las calles del pueblo, adornados y con cencerros, luego se mataban en casa de la novia y los guisaban las mujeres de las familias de los novios, a veces venía una cocinera y las mujeres le ayudaban.

El día antes de la boda se mataban gallos y se hacían morcillas frescas con la sangre de los gallos y de los carneros.

La noche anterior a la boda (la víspera) empezaba la fiesta, se hacía baile, iban todos los mozos y mozas que quisieran y tocaba el tamborilero.

La mañana de la boda iba el novio con la madrina y el acompañamiento a buscar a la novia a su casa, ella salía con el padrino, los padrinos de la boda eran los padrinos de pila del novio.
Juntos iban hacia la iglesia donde se celebraba la ceremonia, durante la boda se les ponía el yugo a los novios (paño de hombros del cura), a la mujer se le ponía por la cabeza y al hombre por los hombros, si se casaban durante la cuaresma no se le podía poner y tenían que ir un domingo a ponérselo.
Al salir de la misa había baile, y a la hora de la comida, los invitados se iban a comer a casa de la novia, se solía comer arroz, los carneros y los gallos (ultimamente ternera), flanes y algún que otro dulce.
Las mozas le cantaban el presente a la novia a la ventana de la habitación donde estaban comiendo.

Al terminar de comer se hacía el respigo en la calle, dos amigos de los novios eran los encargados de pregonar (decir qué llevaba cada uno) y abrir los respigos, solían ser mantas, jarras, toallas, cazuelas...alguna vez hubo alguna sorpresa, como en la boda de Cipriano Martín y Lucía Martín cuando mandaron a Onofre llevar una tortuga envuelta en un papel de regalo.

Las mozas cantaban varias canciones y la novia le regalaba un cesto de mimbre lleno de dulces que comían todas las mozas juntas.
Por la tarde se hacía el baile con el tamborilero y por la noche, después de cenar en casa de la novia, había otra vez baile.

Los recién casados dormían juntos si los dejaban los amigos, los novios buscaban una casa para dormir y no decían cual era, los amigos buscaban, si los encontraban no los dejaban dormir, los levantaban, les cantaban canciones ....

Al día siguiente (tornaboda),  después de la misa, había de nuevo baile y los invitados comían en casa de la novia. Si sobraba comida se repartía entre las dos familias.
Después de comer se hacía baile otra vez para terminar la boda.
No había viaje de novios, incluso cuentan que si la boda se hacía en verano, al día siguiente tocaba ir a segar.
A partir de los años 65-70 se empezó a hacer viajes de novios a Madrid, Barcelona ...

*Contado por Luchi y Cecilia

7 comentarios:

  1. Interesante ritual. Ahora los rituales de boda han cambiado bastante pero, de algún modo, en algunas celebraciones sigue siendo bastante ¿pomposo?

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  2. Es super guay! Algunos mayores del pueblo dicen que ahora no hay la alegria que habia antes, y la verdad que, aunque la forma de vida es muy diferente, me los puedo imaginar disfrutando muchisimo de estas bodas que duraban varios dias con sus bailes incluidos.

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  3. Joé, no conocía lo de los carneros...(tampoco creo que mi exquisito paladar se hubiera atrevido con ellos)
    Ni lo del yugo... aunque creo que en la boda de Luchi y Pepe lo representamos(era yo monaguillo avezado y me tocaba 'ayudar' en misa como casi siempre). Recuerdo que el cura (Don José Luis?) me dio una consigna y a media misa debía poner el velo de la novia por encima de los hombros del novio. A mi se me antojó tirar y tirar del velo de la novia, sujeto a una especie de corona que llevaba en la cabeza, y casi le arranco el peinado, la corona y todo... Menos mal que enseguida se levantó Luz (que estaba en todo) y me ayudó a rectificar.

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  4. Eso sí eran bodas, sí señor, y no lo de ahora, que parece tanto, tanto, pero en un ratito te despachan. Seguro que antes hacía mucho más ilusión tener una boda en el pueblo. Y seguro que la ilusión la tenía todo el pueblo.

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  5. Hola Chema,
    me ha encantado tu anecdota y se la he contado a mi madre. Nos hemos reido mucho, ella dice que se acuerda que tú fuiste el monaguillo, (pero no le debiste de hacer mucho daño porque no recuerda que le tiraras del peinado...), lo que no consigue recordar es quien era monaguillo contigo, pues dice que erais dos, ¿tú te acuerdas?
    Un saludo!

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  6. ¿Poner el velo de la novia por encima de los hombros del novio? Jejejjej, es buenísimo, ¡aquello era todo un ritual! Y Chema que casi nos "descabeza" a la pobre Luchi. Me ha gustado mucho la anécdota y hubiera estado bien verlo en directo. Por cierto Chema, ¿no te ganaste alguna colleja por parte del señor cura? Porque antes eran así....

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  7. Hola

    Estuve este fin de semana dos minutos con Luchi, que estaba echando de comer a los marranos del cacho, y me dijo que no os había contestado en el blog. Pues es verdad, no había vuelto a entrar en este comentario...
    El otro monaguillo, por el que preguntáis, no recuerdo bien pero era Jandro, Andrés o mi hermano Paco. Angel y Pedro ya eran 'mayores' y pasaban de ayudar en misa. (Como mucho iban a la sacristía y se sentaban adelante, en las gradas de piedra, con todos los monaguillos y con nuestras fundas caseras para no pasar frío).
    Algunas 'mandangas' sí que recibimos. Concretamente Jandro y yo al finalizar la misa. Fue Don José Luis que en vez de partir para la Sacristía se fue hacia nosotros y allí mismo nos 'infló'.
    Luego nos tuvo castigados durante un mes arrodillados delante del altar, en el pasillo, tanto en misas como en rosarios. !Qué verguenza pasábamos! Nos alegramos mucho cuando murió alguna persona mayor y el cura no venía a oficiar estos rosarios, así las mujeres se apiedaban de nosotros.
    Y todo porque estuvimos riéndonos durante la misa...por culpa de Luz (que era muy risueña y nos hacía reir)...y yo que en situaciones tensas no aguantaba nada y me daba la risa fácilmente.

    Chema

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