En un comentario, Ángel nos contaba "lo bien que lo pasábamos de niños algunos años que nos dejaron ir a coger bellotas en el sembrado(la hoja) para hacer una merienda; pues éramos 26 o 27 niños y lo pasábamos muy bien".
Se refiere a que hace unos años, en el tiempo de las bellotas, por ahí por diciembre, se juntaba la gente para ir a la hoja a recogerlas.
Las que recogían se repartían por las casas dependiendo de los cerdos que se tuviesen. Cada uno recogía las bellotas de su tierra; como curiosidad decir, que cada 12 años se sorteaban de nuevo las tierras y las cortinas que están fuera del pueblo.
Las que recogían se repartían por las casas dependiendo de los cerdos que se tuviesen. Cada uno recogía las bellotas de su tierra; como curiosidad decir, que cada 12 años se sorteaban de nuevo las tierras y las cortinas que están fuera del pueblo.
Se iba todos los días y las bellotas se usaban para darle de comer a los marranos; pasaban en el campo la mayor parte del día, por lo que se llevaban merienda, que normalmente era: tocino, gorduras, chorizo, tortilla...
De vez en cuando los mozos iban de noche a robar bellotas para venderlas a las personas que no tenían tierras, por lo que tampoco tenían bellotas que recoger.
Para celebrar el final de la recogida, se compraban sardinas, las preparaban en una casa y se juntaban para cenarlas.
También nos cuentan, que septiembre era la época de ir a por "moñigas". Iban a recogerlas a los valles.
Se llevaban cestos que iban vaciando en montones, se acordaba de cuantos cestos constaría cada montón, para que todos los montones fuesen iguales.
Se repartían esos montones e iban a recogerlos con los carros para usar las moñigas como abono.
También nos cuentan, que septiembre era la época de ir a por "moñigas". Iban a recogerlas a los valles.
Se llevaban cestos que iban vaciando en montones, se acordaba de cuantos cestos constaría cada montón, para que todos los montones fuesen iguales.
Se repartían esos montones e iban a recogerlos con los carros para usar las moñigas como abono.
¡Qué tiempos aquellos!
Madre mia! Como nos ha cambiado la vida en tan pocos años!!
ResponderEliminarRecuerdo que en vacaciones de Navidad excepto los d,ias de matanzas y días de guardar ese era el oficio aguachar el lomo debajo de la encina.Todasvía me duelen las puntas de los dedos del frío que se pelaba ,pues a prrimera hora estaba todo helado.
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