lunes, 30 de mayo de 2011

Reflexión

En un libro hemos encontrado esto, y hemos considerado oportuno dejar en el blog está reflexión.

"En nuestro país* son muchos los hombres y las mujeres que se avergüenzan, en la gran ciudad, de las costumbres de su tierra. Trágicamente, el mundo está perdiendo la originalidad de sus pueblos, la riqueza de sus diferencias, en su deseo infernal de “clonar” al ser humano para mejor dominarlo. Quien no ama su provincia, su paese, la aldea, el pequeño lugar, su propia casa por pobre que sea, mal puede respetar a los demás..."

Fragmento del libro: La Resistencia, de Ernesto Sabato.

* El autor es argentino, pero es una afirmación aplicable a todo el mundo.

5 comentarios:

  1. En España, creo que esto es "agua pasada". Hubo una época en la que los de pueblo nos sentíamos inferiores respecto a los de la capi, había películas donde nos ridiculizaban (las de Paco Mrtínez Soria,etc). Pero actualmente siento que eso ha cambiado y que ahora se valora la cultura y el entorno rural.No se si es algo cultural o cosa de la edad, que cuanto mayor te haces, mas valoras tus orígenes y sientes un gran respeto hacia tu pasado. Hablo desde mi proximidad a los cincuenta. Lo que si sigue pasando es la cola que trae ,en nuestro caso, lo del nombre del pueblo ( sonar, lo que se dice sonar, no es que suene a música celestial).

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con el fragmento. Es posible que no nos sintamos inferiores, pero si creo que existe cierto sentimiento de "vergüenza" hacia la forma de hablar, determinadas constumbres, la forma de vida... y me parece, sinceramente, muy triste.

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  3. a mi me pasa que cuanto mas mayor me hago mas contenta estoy de tener mis raices en el pueblo, de hecho cada vez utilizo mas "los palabros" del pueblo y mira hay veces que a la gente les gusta y lo empiezan a utilizar también.

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  4. Una de las veces que más orgullosa me he sentido de ser de donde soy es cuando, con 7 años, tuve que enfrentarme a una clase entera que se reía con ganas cuando dije que venía de Escuernavacas: ellos se reían mucho y yo pensaba "¡serán ignorantes!. No conocen Escuernavacas y es lo mejor del mundo". Siempre intento recordar ese sentimiento de orgullo que tuve entonces cuando me ha asaltado "la vergüenza" del nombre. Ahora presumo muchísimo y sé que un montón de gente aprecia mi "pueblín" (por lo que yo cuento y por el blog, la verdad).

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  5. Yo creo que lo que da valor a una persona no es el hecho de ser de un lugar u otro, nada más estúpido a mi parecer que esas generalizaciones que clasifican al personal. No creo que tenga más mérito ser de ciudad o ser de pueblo. Indudablemente el lugar en el que se ha nacido imprime algunos rasgos al carácter porque genera una circunstancia en la que la persona se desenvuelve, pero lo más importante es el yo que vamos construyendo conforme avanzamos, conocemos mundo, tomamos decisiones, Eso es lo que nos hace ser una persona interesante o "un pobre hombre". Y hay personas interesantes en las aldeas, en el campo y en la ciudad, del mismo modo que hay "pobres personas" en todos los lugares.
    Ahora bien, el reirse del nombre del pueblo no implica ni ignorancia ni mala intención. Hay que reconocer que es un nombre peculiar... También nos reimos cuando alguien dice llamarse "Dolores Fuertes de Barriga" y no por eso estamos ridiculizando a esa persona ni somos ignorantes, ¿no?
    Yo misma os puedo contar como anécdota que la primera vez que escribí al pueblo mandé la carta a Escuernacabras (y, por cierto, llegó). Eso fue un motivo de juerga, pero una juerga sana, cariñosa, no malintencionada. De hecho soy una de las forasteras que más aprecio siente por la aldea y su gente.
    Un peaso de abrazo andalú!!!

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