Crónica de San Vicente 2011

Un año más fuimos a celebrar el día 22, San Vicente, que además este año cayó en sábado y coincidió con la fiesta de San Sebastián en Yecla.
La fiesta comenzó el viernes, como ya viene siendo habitual, con la cena en el teleclub que también este año estuvo muy concurrida.
Después de la cena, y a pesar de que daba terror alejarse de la estufa, todos fuimos a la casa grande donde Jorge había preparado todo lo necesario para disfrutar a tope de la víspera (ya sabemos que las buenas fiestas se conocen por las vísperas)
Hubo mucho baile, mucha cervecita y bastantes copichuelas, como siempre llegamos con muchas ganas y eso suele notarse en las caras que pasean el sábado en la procesión, que este año sí pudo completarse y donde estuvimos acompañados de cuatro curas, entre ellos José Ramón, el anterior párroco y, como no, también de la prensa de la provincia que hizo su habitual reportaje de nuestra fiesta.

Una vez que tomamos las cervecitas en el teleclub, donde no cabía ni un alfiler, cada uno a comer a su casa (la paella de rigor) y casi sin tiempo para la sobremesa llegó el momento de los campeonatos de tute y subasta; el premio del tute (un estupendo cordero lechal) se fue para Bilbao (Jose Juan y Gari) y el de la subasta para Andrés y Jose, también un cordero.

La novedad de este año fue el concurso de dibujo infantil con el tema “San Vicente”, en el que participaron desde los más pequeños hasta los que ya son adolescentes; fue muy curioso observar como para cada uno la fiesta significa una cosa (para algunos es el pañuelo, para otros la rica tarta que viene de Bilbao, otros dibujaron la imagen del patrón…sobre todo mucha creatividad). El Ayuntamiento tuvo un detalle con todos los participantes que a buen seguro utilizarán para las próximas convocatorias del concurso. Los dibujos elegidos en cada una de las tres categorías fueron los de: Antonio, Lucia y Rosaura.

Y después de una tarde tan animada cada uno a su casa a cenar una sopa calentita, que la noche estaba muy fría y había que preparar al cuerpo para trasnochar.
La orquesta Nuevo Mundo comenzó, como ya viene siendo habitual, a las 24:30 horas y ofreció mucho baile hasta pasadas las 5 de la mañana, cuando los que aguantamos nos tomamos un chocolate bien calentito acompañado de una magdalena de esas que ayudan a absorber el alcohol….

Y para terminar un fin de semana completito el domingo la tradicional comida en el teleclub, con una paella que estaba, como siempre, “espectacular” y una variedad de postres digna de un buen restaurante.
Y así, casi sin darnos cuenta, llegó la hora de volver cada uno a su casa a esperar al próximo año; mientras tanto nos queda el buen sabor de boca que ha dejado un San Vicente que será especialmente recordado por el intenso frío y por ser el primero sin humos en el tele-club.

*Rocío Martín