Aunque estamos ya en el mes de junio tuvimos que sacar los abrigos, pero lo pasamos muy bien a pesar del tiempo.Como siempre, el día de fiesta empezó con la celebración de la misa (la iglesia con más gente de lo que es habitual un domingo en Escuernavacas) y la procesión.
La procesión por las calles del pueblo estuvo acompañada por el olor del tomillo y el repique de campanas.
Tras las charlas, las risas y las cervezas en en tele-club nos sentamos a comer en la casa grande, el menú del día no tuvo nada que envidiar al menú de un gran restaurante:
- para empezar, un plato de embutido: salchichón, chorizo, jamón y queso (todo de primera calidad)
- para seguir: patatas con carrillera, que estaban para chuparse los dedos, cocinadas por Tasio.
- De postre: helado, café y chupito. ¡No faltó de nada!.
Son pocas las casas del pueblo de las que no vaya ningún representante, es un día de gran tradición en el pueblo y hasta l@s más mayores se atreven a pasar la tarde en compañía de sus vecinos, felices de ver a tanta gente en el pueblo y tantos niñ@s disfrutando del día.
Para l@s más pequeños (y no tan pequeños), el ayuntamiento contrató un castillo hinchable que nostuvo entretenid@s toda la tarde, excepto un rato que tuvimos que bajarnos porque empezó a llover.
Mientras tanto, dentro del salón se bailaba al ritmo del tamboril (el tamborilero era un chico joven, no sabemos el nombre, si alguien le conoce que lo haga saber).
Con la comida que sobró se cenó el sábado por la noche y se comió ayer domingo.
El próximo año el Corazón de Jesús será el 24 de junio, asi que ir reservando fecha.
¡Os esperamos!
El nombre del tamborilero no lo se , pero si la edad: 18 añitos que tiene la criatura y ya todo un virtuoso...
ResponderEliminarEl día parecía San Vicente del frio que hacía: parecíamos pocos pero es que estábamos muy juntitos en el tele escapando de la intemperie.
Además de a Tasio, recordar a la otra cocinera Reme, que el "peazo" menu, en cantidad y calidad lo apañan entre los dos.¡Muchas gracias, chefs!
Antonia
Lo pasamos muy bien, la comida estupenda, el castillo divertido (para grandes y chicos) y las risas aseguradas. Los únicos que se presentaron sin avisar (y sin ser invitados) fueron el frío, el viento y un poco de lluvia. Ese día no fueron nada bienvenidos. Esperemos que el año que viene se queden "en su casita". Muchas gracias a todos lo que colaboraron para que hayamos tenido un estupendo día de fiesta.
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